Larbanois Carrero

El Mantel

Larbanois Carrero

Composição de (Eduardo Larbanois / Mario Carrero)
Cifras Nível não informado
E                 A 
Y como todos los días 
                     E 
al final de cada almuerzo 
                      D 
ella agita el mantel blanco 
               E 
debajo del limonero 

E                 A 
Y como todos los días 
                   E 
revoloteando en silencio 
                   D 
el mantel convoca pájaros 
               E 
debajo del limonero. 

         A            Am 
Los gorriones, las calandrias, 
    Cm           G 
zorzales y benteveos 
                    E 
y un hornero y su pareja 
   F#m        B7     E    E7 
vecinos de un pique viejo 
     A            Am 
amparados bajo el ala 
     Cm              G 
del blanco mantel materno, 
                   E 
vienen a corretear migas 
     F#7   B7      E 
presurosos y sin miedo. 

E                  A 
La vida siguió su curso 
                      E 
los hijos fueron creciendo 
                     D 
y aquél mantel batió alas 
                   E 
en un vuelo sin regreso. 

E                   A 
Y muy a pesar de ausencias 
                    E 
al final de cada almuerzo 

                   D 
algo convoca a los pájaros 
               E 
debajo del limonero. 


      A             Am 
Y son otros los gorriones 
     Cm                  G 
y es otro el casal de horneros 
                   E 
y son otras las calandrias 
  F#7       B7        E     E7 
y otros son los benteveos 
          A          Am 
que al llamado de la magia 
        Cm            G 
del blanco mantel viajero 
                    E 
vuelven a buscar miguitas 
    F#m      B7     E 
puntualmente al limonero. 


El ritmo es de Milonga. 


* En el patio de la vieja estancia, junto a la puerta de la 
cocina, está el limonero y hasta él llegan los pájaros 
todos los mediodías, a picotear entre las migas de pan, que 
el mantel desparrama sobre el cantero. 
 Han pasado muchos años, desde que esta amorosa relación entre 
el mantel y los pájaros se inició y aunque ya no es el mismo mantel 
 ni tampoco los pájaros parecen ser los mismos, el ritual se repite, 
 día tras día, milagrosamente, a pesar de todos los pesares. 
                              Mario Carrero.

Enviado por: Leandro Junior

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